El perfume nocturno instala su cuerpo
en una segunda perfección de lo natural.
Por la gracia de su vida
la noche comienza azul y el cuarto iluminado
es una palpitación de joven felino.
Ahora se pone el vestido
con una fe que no puedo imaginar
y un susurro de seda la recorre hasta los pies.
Entonces gira
sobre el eje del espejo, sometida
a la contemplación de un presente absoluto.
El instante se desplaza hacia otro,
un dulce desorden se inmoviliza en torno
hasta que un chasquido de pulseras al cerrarse
anuncia que todas mis opciones están resueltas.
Ella sale de su cuarto, ingresa
a una víspera de música incesante
y todo lo que yo no soy la acompaña.
Joaquín. O. Giannuzzi
año 1987
nacido en Buenos Aires en 1924
Premio Fondo Nacional de las Artes y de la
Fundación Argentina para la Poesía.
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